Cada vez más cerca de la "ciencia ficción"
Corre el año 2021 y nos encuentra aún transitando esta
pandemia. Hace un año, compartí con mis alumnos el cuento “El peatón” de Ray
Bradbury y les solicité que hicieran una
comparación del momento de aislamiento que estábamos viviendo con lo que le
sucedía a ese extraño personaje de
ciencia ficción que caminaba solo por las calles mientras el resto vivía
encerrado en sus casas mirando televisión. Comenzaron a llegar las fotos, en general
borrosas, de sus trabajos escritos con lápiz
sobre hoja a cuadros y sin dejar renglón por medio (hasta he llegado a girar la computadora para poder
leer cuando no hallaba modo de enderezar la foto). Lo que sería por quince días
se postergó y continuamos encerrados en
nuestras casas, como la sociedad del año 2053 en la que vivía Leonard Med, el protagonista del cuento. Por el bien de mis alumnos y de mi vista, pensé de qué manera ellos consumen la información y “eché mano” a
nuevos recursos didácticos gracias a lo
aprendido en el curso “Diseño de ambientes digitales educativos”. De haber seguido con el
pedido de la foto de la tarea, me hubiera pasado lo mismo que al personaje solitario: los dos internados
en el “Centro Psiquiátrico de
Investigación de Tendencias Regresivas” por realizar actividades no acordes a
la época, él por salir
a caminar y yo por insistir en el uso del papel en plena virtualidad.
Comencé entonces a
construir mi PLE al realizar, como dice Linda Castañeda, las tres acciones:
leer en formato multimedia (artículos y videos), reflexionar (en mi Blog “Date
a volar” y publicaciones en Facebook) y compartir (uso de aulas virtuales, Whatsapp y mail).
Hasta entonces, desconocía la existencia de marcadores sociales para almacenar, clasificar y compartir enlaces. Solía guardar algunos artículos interesantes en un grupo de Whatsapp en el que estoy yo sola (sí, raro, lo sé, herramientas caseras con las que uno se las rebusca) o copiaba los links en un documento Word titulado “Páginas web interesantes”. Definitivamente, descubrir la existencia de Pocket, el marcador social que elegí, representa un gran avance para mantenerme fuera del “Centro Psiquiátrico de Investigación de Tendencias Regresivas” al que enviaron a Leonard Mead.
Como todo lo nuevo,
al principio sentí que no podría lograrlo pero también he aprendido que, cuando
surge ese sentimiento, hay que apagar todo y retomar al día siguiente. Así fue
que en un segundo intento, tras mirar algunos tutoriales, elegí seguir las
instrucciones del video que retuvo más mi atención, ya sea por su claridad,
dinamismo y tono de voz.
Logré instalar Pocket y comencé a cargar allí artículos y videos de mi interés.
Aún me falta ordenar el material en las etiquetas.
Elegí registrar en la planilla colaborativa dos artículos que me parecen interesantes para acercar a los alumnos de una manera más atractiva a la lectura de obras literarias. Por un lado, uno permite conocer qué es un booktuber y el otro explica qué es y cómo hacer un booktráiler.
Como aquí somos todos de distintos rubros comparto para algún curioso que quiera saber de qué estoy hablando, un booktráiler que encontré del cuento "El peatón" que mencioné en este texto.
Me queda pendiente
dedicarme a la lectura más detenida de los gestores de citas bibliográficas.
Agrego una captura que muestra cómo va quedando mi lista de Pocket, he organizado el material con distintas etiquetas: artículos de interés, artículos de opinión, recursos con licencia, recursos didácticos.
¡Hasta la próxima!
Comentarios
Publicar un comentario